La conservación del río Mapocho requiere del compromiso tanto de instituciones como de ciudadanos. A nivel individual, algunas acciones concretas incluyen no botar basura en lugares públicos, reducir el uso de plásticos, optar por medios de transporte sostenibles y participar en campañas de limpieza o restauración de riberas. A nivel colectivo, es fundamental que se refuercen las políticas públicas enfocadas en el tratamiento de aguas residuales, el control del vertido ilegal de desechos y la recuperación de zonas verdes. Además, se deben promover fuentes de energía renovable, reducir la deforestación en sectores cercanos al río y concientizar a la población sobre el uso responsable de los recursos naturales. Solo a través de una combinación de esfuerzos individuales y comunitarios será posible revertir el daño ambiental y asegurar un futuro sustentable para el río.